martes, 5 de abril de 2016

Propiedades de la luz


Absorción de la luz en materiales opacos.
Los materiales opacos absorben la luz y la transforman en calor. La absorción es más intensa en los colores oscuros. Ninguna superficie absorbe toda la luz que recibe.




Refracción:
La refracción consiste en la variación que sufre un haz de luz cuando cambia de un medio a otro propagándose a distintas velocidades dependiendo por el medio en que viaja. Por ejemplo, lo observamos en los arcoíris cuando se refracta la luz en las gotas de agua u cuando se distorsiona la imagen cuando introducimos un elemento a un vaso con agua.
Transmisión difusa de la luz en material traslúcido.
Los materiales traslúcidos transmiten luz y la dispersan, de manera que los objetos no se ven claramente a través de esta superficie. Revela formas pero oculta detalles.

Transmisión directa de la luz en material transparente.
Los materiales transparentes transmiten luz pero la desvían o refractan. El grado de refracción depende del ángulo de incidencia de la luz sobre la superficie.


Este fenómeno ocurre cuando la luz incide perpendicularmente sobre un cristal traslúcido cuyas dos superficies son planas y paralelas entre si.

Si las superficies de cristal son rugosas o no son traslúcidas , la luz se dispersa.

Reflexión:
Consiste en que la luz al incidir en un material, retiene la energía por un momento y luego la reemite en todas direcciones (dependiendo del tipo de superficie)
Reflexión directa
El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión en superficies lisas y brillantes. Cuanto más brillante es una superficie, más rica en tonos y saturados se aprecian los colores.
La reflexión especular es propia de los objetos muy pulidos en donde los haces de luz conservan sus direcciones relativas, en donde el color es intenso y los detalles se destacan con calidad.

Reflexión difusa (Difusión)
Los rayos que inciden en una superficie mate o rugosa, se reflejan según la orientación de las numerosas facetas de su textura, por lo tanto se dispersan en todas direcciones..

Los colores de superficies brillantes se aprecian de manera más saturada que las superficies  rugosas o con textura. Este fenómeno se aprecia mejor con luz dura frontal.
Las superficies texturadas difunden el calor y lo debilitan.

Las superficies brillantes reflejan su máxima saturación. Sólo unos pocos rayos provocan reflejos pequeños prácticamente sin calor.